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Ernesto Noboa y Caamaño

Biografia

Fue un notable poeta guayaquileño nacido el 11 de agosto de 1889, Sus padres, Pedro José Noboa y Rosa María Caamaño, pertenecían a una familia aristocrática con fuerte tradición en el escenario político ecuatoriano.

Es una figura representativa de la corriente literaria modernista. Junto con los poetas ecuatorianos Medardo Ángel Silva, Arturo Borja y Humberto Fierro, con quienes se relacionó estrechamente. Por lo trágico de sus vidas y por su desempeño poético se los denomina, la generación de los poetas decapitados, tal como lo propuso Raúl Andrade Naranjo (1951) en su ensayo.

Andrade N, (1951). Retablos de una generación decapitada, ensayo.

Su primera educación la realizó en Guayaquil, posteriormente su familia se trasladaría a Quito, ciudad en la cual proseguiría con su formación académica, allí descubriría su inclinación por la literatura. Por la misma época entablaría gran amistad con Arturo Borja Pérez, con quien se profesaban admiración mutua.

“¡Al señor don Ernesto de Noboa y Caamaño!

Límpido caballero de la más limpia hazaña que en le Época de Oro fuera grande de España y que, en la inquietud loca de estos tiempos, huraño, y en el campo cultiva su agrio esplín.

Hermano-poeta” (Borja Pérez, Epístola, 1920).

Tiempo después viajaría a Europa con el afán de auto descubriese y calmar de algún modo la neurosis que lo aquejaba, pero por el contrario experimentaría mayor melancolía acentuando su dependencia a la morfina. Toda aquella experiencia la pondría de manifiesto en sus poesías, las cuales se recopilaron en una sola obra Romanza de las horas, publicada en 1922. Año en el cual moriría Arturo Borja, su entrañable amigo y compañero en las noches de bohemia.

“Su romanza ya ha tomado el carácter complejo de la piedad, del amor, del sufrimiento y de la muerte” (Francisco Guarderas Pérez, 1958).

“Amo todo lo extraño, amo todo lo exótico; lo equívoco y morboso, lo falso y lo anormal: tan sólo calmar pueden mis nervios de neurótico la ampolla de morfina y el frasco de cloral.”

 (Noboa y Caamaño, Romanza de las Horas, Ego Sum, 1922).

“Para tu corazón que se consume bajo tierra, como una inmensa rosa

hecha de amor, de sueño y de perfume, trémula, sensitiva y melodiosa. (…..)

Se unieron nuestras almas cierto día, al fulgor de un crepúsculo abrileño, por la santa virtud de la Poesía, en el dolor, la duda y el resultado”.

El fallecimiento se produjo en la ciudad de Quito el 7 de diciembre de 1927, aparentemente por una sobredosis de morfina, mientras trabajaba en su segundo libro de poesías ( La sombra de las alas ). Es así como a los 38 años de edad moría quien es para algunos el más completo de los poetas decapitados.

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