Medardo Ángel Silva fue un influyente poeta ecuatoriano, nacido el 8 de junio de 1898 en Guayaquil. Es uno de los miembros más destacados de la Generación Decapitada, un grupo de jóvenes poetas que revolucionaron la literatura ecuatoriana al introducir el Modernismo.
A pesar de provenir de una familia humilde y enfrentarse a dificultades económicas, Silva demostró un talento excepcional para la poesía desde temprana edad. Trabajó como periodista y corrector de pruebas para varios periódicos de Guayaquil mientras desarrollaba su carrera literaria.
Silva fue fuertemente influenciado por el Modernismo de Rubén Darío y la poesía simbolista francesa, leyendo a autores como Baudelaire, Verlaine y Rimbaud. Su poesía es conocida por su musicalidad, el uso de imágenes exóticas y una profunda melancolía. Publicó su única obra en vida, «El árbol del bien y del mal», en 1918.
A pesar de su éxito literario, Medardo Ángel Silva luchó con problemas emocionales y depresivos. Trágicamente, se quitó la vida el 10 de junio de 1919, apenas dos días después de cumplir 21 años. Su muerte prematura y la de sus compañeros de la Generación Decapitada contribuyeron a la mística y el legado duradero de este grupo de poetas en la literatura ecuatoriana.
Por la noche la Muerte las alcobas visita
donde dormimos nuestros apetitos bestiales y,
buen vendimiador, los frutos escogita
de sus vendimias eternales.
Una vez a mí lado llegó calladamente
y, cual si fuera un miembro próximo de la familia,
me acarició las manos y me besó la frente;
y yo comprendí todo…
Y, desde esa vigilia,
ella marcha conmigo
y se acuesta en mí lecho
y su mirar oscuro toda mi vida abarca…
¿No ves, por mi actitud, que estoy como en acecho
del rumor con que boga su misteriosa barca?